¿Cuánto sufrimiento y
esfuerzo se necesita para alcanzar la gloria? Pues, se necesita mucho, pero
mucho esfuerzo. Y si no creen que la gloria requiere esfuerzo pregúntenle a
Lionel Messi qué se necesita para alcanzar la gloria que alcanzó hace casi una
semana en el Lusail Iconic Stadium.
Todo empezó con aquel niño
rosarino que cada semana en su barrio mostraba un talento fuera de este mundo
para jugar al fútbol. Acto seguido no tardó en probarse para varios equipos en
Argentina, pero en específico el Club Atlético River Plate estuvo cerca de quedarse
con Messi, pero no firmaron el contrato por un problema. No quisieron costear
el tratamiento hormonal que el niño necesitaba.
Messi sufrió de un
déficit de la hormona del crecimiento. A los once años, lio, medía tan solo 1.32
metros. Es decir, la altura de un niño promedio de un niño de 9 años. Luego de la negativa
de River Plate de ficharlo y de apoyarlo con el tratamiento, surge un club
que recibió los reportes de la posible próxima gran estrella argentina, ese club fue el
F.C Barcelona.
Con apenas 11 años Messi y su familia se mudaron a Barcelona para empezar su carrera en la Masía del Barcelona, y también para ayudarlo con su problema hormonal. Este “pibe” de tan solo 11 años era toda una maravilla jugando el fútbol, era habilidoso, tenía gol, tenía gambeta, lo tenía todo, inclusive lo comparaban muchísimo con Diego Armando Maradona por su forma de jugar al fútbol.
Un dato curioso, es que en aquellas épocas los partidos del juvenil del Barcelona los pasaban en las mañanas en la televisión catalana y siempre, siempre el rating de audiencias era alto ya que había un argentino que siempre hacía goles. Lo antes dicho es una muestra de su impacto desde tan temprano en el fútbol español.
Este argentino debuta como profesional en 2005 en un amistoso frente al F.C Porto y desde ahí no paró de gambetear, de golear, de hacer pases de fantasía, de mostrarse como un jugador inteligentísimo y con una capacidad para asociarse y entender el campo que nadie había visto hasta ese entonces.
No obstante, ya
triunfaba en el Barcelona, pero faltaba la selección. La verdad es que en su
debut en el mismo 2005 frente a Hungría saldría expulsado luego de 43 segundos
en el campo. Un debut para nada
esperado. También entró en la convocatoria para el mundial de Alemania 2006,
pero no fue un regular. En el primer partido frente a Costa de Marfil se quedó
en la banca. Pero en el siguiente partido frente a Serbia y Montenegro entraría
en el minuto 74 convirtiéndose en el jugador argentino más joven en jugar una Copa
del Mundo marcando también su primer gol en una copa del mundo.
En los próximos
partidos tendría el mismo rol. En el partido contra México fue muy recordada su
actuación individual regateando a los jugadores mexicanos con una capacidad
impresionante para un “pibe” de tan solo 18 años.
Todo bien hasta acá pero empezarían, luego del partido de cuartos frente a Alemania, las críticas de la prensa argentina hacia Messi. Las primeras críticas llegaron por una imagen de Messi frustrado en el banco por no disputar ningún minuto. Lo tildaron de no ser argentino, de no sentir la camiseta, de tener mala actitud, y pare usted de contar…
Lo cierto es que mientras
en Barcelona triunfó y lo ganó todo, absolutamente todo en todos los niveles, tanto
en el ámbito colectivo como el individual. Con Argentina parecía que las cosas
no salían. La imagen que le quiso dar la prensa frente a Alemania en el 2006,
luego la final de la Copa América de 2007 que perdió, el fracaso de nuevo
frente a Alemania en cuartos en Sudáfrica 2010. Y por ultimo la final de Brasil
2014, y la doble final de la Copa América frente a Chile en 2015 y 2016.
Los últimos fueron
episodios totalmente creados y generados sin sentido ya que en 2005 ganó el
mundial de juvenil, y en Beijing obtuvó el oro con su selección en 2008, inclusive
concentrándose con Argentina para los juegos olímpicos a pesar de la negativa
del Barcelona.
Lo cierto es que ya en
este tramo de su carrera logró obtenerlo todo, La Copa América de 2021 en la
que contra todo pronóstico lograron llegar a la final y ganársela a Brasil en
casa. Luego el partido de la Finalissima que fue una especie de consagración en
donde se vio que con Qatar a la vuelta de la esquina, este equipo iba en serio.
Y como en la mayoría
de las veces en la vida, las cosas suceden gracias a personas, circunstancias y
lugares. Para Lionel Messi las personas fueron Scaloni, el cuerpo técnico, sus
compañeros y cada una de las personas que son parte de este campeonato. La
circunstancia es casi romántica, de cine todo el torneo fue partido a partido reafirmándose,
inclusive marcando en cada una de las fases. Y en la final, fue contra el
campeón del mundial anterior en un despliegue y un partido de fútbol digno de
haber sido la coronación de Lionel Messi como campeón del mundo, el título que
tanto le pedía su país.
Esta fue la
consagración de Messi en el olimpo del fútbol y la demostración de que en la
vida para ser campeón se debe sufrir, en todas y en cada una de las etapas. Hoy
Argentina es campeona por tercera vez, pero Messi es de oro y su imagen
levantando la copa del mundo será por siempre eterna, tan eterna como la imagen
de Maradona en el estadio Azteca levantando la copa. Messi ya es leyenda, y sin
exagerar, ahora sí, es el mejor de la historia y se consagró en la mejor final
de la historia de los mundiales.
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