Sincronización en movimiento y estilo en su forma de jugar no eran una cuestión forzada, sino practica para Zinedine Zidane. Pero aparte de ser práctica, es estética y funcional. Cuando Zidane Jugaba era casi como ver a una orquesta tocar por su tempo y su elegancia.
Zizou quien desde los inicios
de su carrera en el Cannes y luego en su etapa por el Burdeos demostraría ser una
de las puestas a futuro de Francia más habilidosas y prometedoras. Tanto así
que en su debut con la selección mayor anotaría 2 goles para remontar un amistoso
contra Dinamarca que Francia perdía por 2 a 0.
En su llegada la Juventus se expondría ese talento y nos enseñaría la clase de jugador que hoy recordamos: ágil con el balón, dotado con una inteligencia sobre la posición de sus compañeros, con gol, con pase y con una técnica que más que ser de gambetas, o con fantasías, era elegante en sus recortes, regates, y era capaz de bajar cualquier balón con facilidad.
En su etapa con la juve ganaría dos ligas consecutivas, una súper copa de Italia, una copa intercontinental, una súper copa de la UEFA, y sería finalista en dos oportunidades en la final de la UEFA Champions League. Además, en 1998 ganaría el balón de oro.
Y en ese mismo año que ganaría el balón de oro sería el año del mundial de Francia 1998. Que con dos goles de cabeza en la final se hizo con la primera estrella para la selección de su país, y el toque especial de haber sido en casa.
Los éxitos internacionales continuarían en la Euro 2000 en la que con un gol de oro David Trezeguet y Francia conquistarían el título de campeones de Europa. En ese euro además del agónico gol de Trezeguet es recordada el partido que jugó Zidane contra Portugal en el que fue prácticamente intocable para la selección lusa, logrando vencerlos también con gol de oro.
Zidane continuaría en
la juve hasta el 2001 cuando ficharía por el Real Madrid de los galácticos. En
ese mismo año Zidane alcanzaría el título que tanto ansiaba, la Champions
League. ¿Y cómo lo hizo? Con un gol de Volea que perdurará por siempre en
nuestra memoria. La próxima temporada Zidane conquistaría la liga 2002-03 con
el Madrid de los galácticos.
Sin embargo, en su última
temporada con el Real Madrid no conquistaría ningún título, pero marcaría el
primer hat trick en toda su carrera ante el Sevilla. Su último partido sería el
día 7 de mayo de 2006 frente al Villarreal con homenaje tanto de los rivales
como de los aficionados de ambos bandos.
Pero como todo artista
su opus magna, aunque tengamos para elegir, sería su última participación
en un mundial. La cita fue el mundial de 2006 en Alemania. En Alemania se vio en
cada partido de Francia un recital de pases, regates 3 goles de Zinedine Zidane
en lo que serían sus últimos 6 partidos. Esta última participación contaría con
actuaciones individuales superiores como la del partido de octavos frente a
España, el baile a la pentacampeona y defensora del título de campeón en ese
entonces del mundo, Brasil; la magia en semifinales frente a Portugal.
Y la recordada final
en la que anotó un gol de panenka y colocó a Francia cerca de su segunda
estrella. Pero, a pesar del torneo tan sobresaliente, su obra más trascendente
no sería ser dos veces campeón del mundo; sino una demostración de humanidad de
ese jugador que parecía imparable e invencible. Esa acción sería el famoso cabezazo
a Marco Materazzi en la prórroga de la final. Esta acción sería la última vez
que lo veríamos como jugador profesional. Con todo y el final amargo para Zizou,
este mundial a pesar de que Italia salió campeón siempre será recordado como el
mundial de Zidane.
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