En la vida se habla mucho sobre la existencia del destino, sobre leyes del universo que supuestamente atraen cosas a nuestras vidas. O momentos predestinados en lugares, eventos y personas. En el caso de Andrés Iniesta y el verano de 2010 se puede certificar, o pensar, que tal cosa como el destino es algo en lo que se puede creer.
En el final de la temporada 2009-2010, las cosas parecía que no le salían a Andrés Iniesta. Luego de la eliminatoria de Champions League ante Chelsea. Iniesta, no tuvo la continuidad esperada, lesiones recurrentes en partido y entrenamiento, una etapa de malas actuaciones y un sentir de estancamiento hacían temer a Iniesta no poder llegar a la gran cita del año, el mundial de Sudáfrica 2010.
Pero, favorablemente, el seleccionador Vicente del Bosque confió en la recuperación, y sobre todo en Iniesta para la cita del 2010. Y como no confiar en Iniesta. Es uno de los mejores jugadores en la historia de España. Destaca por su conducción de balón, entendimiento de táctico de las posiciones, visión, pase y regate. Capaz de encontrar espacios para la distribución, y capaz de generar jugadas donde no las hay. Cuando uno piensa en lo que debe ser un armador de juego uno piensa en Iniesta.
Y cuando se dice que es capaz de generar jugadas donde no las hay. Podemos hablar de una jugada en específico de aquel verano que fue no solo, un premio a su constancia y su esfuerzo en estar listo para jugar, sino un momento predestinado para los elegidos. En este caso, Andrés Iniesta, fue elegido para darle a España, y a su fútbol, la primera estrella, su primer mundial, si hablamos en el plano colectivo. Pero si hablamos del protagonista, un puesto en el olimpo, en un escenario en el que solos los más selectos deciden el destino de sus selecciones, la final de la copa del mundo.
El momento de los elegidos
Ese gol de Iniesta en el minuto 116, fue el premio a años de constancia, dedicación, esfuerzos que se extienden desde el inicio de su carrera deportiva. Iniesta, quien es oriundo de Fuentealbillla, un pueblo en España con una población de tan solo 1816 habitantes le dio a España el futbolista que colocó su historia futbolística en el cuadro de honor del fútbol mundial. Andrés, fiel a sus orígenes es un futbolista que vive despojado de cualquier tipo de lujos, vanidades, o excentricidades. Es un tipo trabajador, constante, y algunos compañeros los describieron como tímido.
Claro, todo lo antes mencionado es cuando no tiene un balón entre sus pies. Porque cuando tiene un balón entre sus pies es el encargado de hacer cosas que solo los elegidos logran saber hacer. Y en el caso de su inmortal verano del 2010 y a pesar de sufrir, prácticamente, una metamorfosis y estar casi al borde de no llegar a ese mundial. Fue premiado con ese momento dorado, y siempre vigente, el gol que valió un campeonato. Y ese gol, hasta el día de hoy, no pudo tener a un mejor protagonista que al mismo Iniesta, un hombre tranquilo, trabajador y talentoso.
Definitivamente, No existe
mejor premio a la adversidad haber sido elegido para ese momento que perdurará para
siempre en la historia y en las memorias. Se puede decir sobre Iniesta que fue el
elegido perfecto para obtener esa gloria, esa estrella, y esa copa del mundo.
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